Día 3: Desayuno en Brasil, almuerzo en Perú y cena en Colombia
Nos levantamos muy temprano, tomamos desayuno en el hotel.
Después fuimos al puerto de Tabatinga en taxi moto lineal, a comprar los tickets del barco hacia Manaos, el cual demora 3 días y se duerme en hamacas.
Cuando estábamos en el puerto conseguimos una lancha rápida llamada “Gloria de Deus”, la cual hace el mismo recorrido pero en 30 hrs, menos de la mitad del tiempo y cuesta el doble, así que pagamos 90$ USD por persona. La lancha salía de Tabatinga al día siguiente a las 9 de la mañana, así que teníamos todo el día libre para recorrer la zona.
En ese mismo puerto brasilero nos ofrecieron llevarnos a un tour en bote, en donde visitaríamos una reserva natural de animales amazónicos. El costo fue de 15$ USD por persona.
Nos llevaron a la Isla de los micos y a la Reserva Flor de Loto en Colombia, en donde vimos a la famosa Victoria regia. El lugar era muy bonito, habían hamacas para descansar bajo la sombra, ya que el sol era muy intenso.
Ahí vimos diferentes tipos de papagayos.
Para salir tuvimos que atravesar nuevamente un camino de tablas hasta llegar al bote.
Después nos llevaron a una reserva peruana que se llama Puerto Alegría, el encanto del “Yacuruna” en el Bajo Amazonas. Es un lugar precioso en donde vivos osos perezosos y ronsocos.
Regresamos a Tabatinga, pero le pedimos al encargado del bote que nos deje en la orilla opuesta, en Santa Rosa, Perú. Ahí nos dirigimos al puesto policial para sellar nuestro pasaporte con el sello de SALIDA del país.
Santa Rosa es un pueblito pequeño, 2-3 calles asfaltadas y el resto es de tierra, pero se caracteriza por tener muchos restaurantes de comida peruana, así que aprovechamos para almorzar en uno de ellos. Comimos pescado del amazonas muy rico.
Ahí vimos que todos los restaurantes peruanos están llenos de comensales colombianos y brasileros ya que la comida peruana se impone en toda la zona.
Ya cansados tomamos un bote para cruzar el río amazonas por 5 soles cada uno hasta Tabatinga.
En Tabatinga nos dirigimos al puesto policial para sellar el pasaporte con la ENTRADA a Brasil…
En la tarde tomamos unos taxis (motos lineales) hasta Leticia, Colombia.
Ahí recorrimos la ciudad, probamos arepas recién preparadas en un puesto de la calle. Visitamos el mercado, y luego la plaza y encontramos un boulevard muy bonito con varios restaurantes. Comimos una pizza y decidimos regresar a Tabatinga caminando.
La caminata se sintió larga debido al cansancio de todo el día. Pasamos la frontera caminando sin problemas cruzando un letrero de HITO DE LA FRONTERA entre Colombia y Brasil. Pasamos por la casa del Chocolate que ya estaba cerrada y llegamos al hotel.