CANADA EN INVIERNO: SNOWMOBILE Y COCA COLA TUBE PARK EN WHISTLER, BRITISH COLUMBIA



DIA 2

Luego de un buen desayuno nos fuimos a nuestra aventura en motos de nieve, snowmobile. El punto de encuentro fue a las 9 am en el Carleton Lodge, en el centro de Vancouver, ahí nos esperaban los guías, quienes nos llevaron en un mini bus hasta Callagham Valley. 

La empresa Canadian Wilderness tiene varios tours, nosotros escogimos uno que se llamaba Callaghan Cruiser – 3 HOUR Whistler Snowmobile Tour, especial para principiantes y familias. Al llegar al campamento base nos dieron una charla informativa de cómo conducir las motos y nos dieron cascos.






En una moto iba mi esposo Rolando con nuestra hija Valeria y en otra moto iba yo sola.
El Tour fue asombroso, subimos y bajamos colinas, también pasamos sobre un lago congelado. El precio es de 199 dólares por persona sola y 159 dólares por persona en moto compartida. El seguro de colisión es de 20 dólares por moto. (dólares canadienses).






















A la 1pm ya estábamos de regreso en Whistler, por lo que nos fuimos a comer a un restaurante del centro. Después a comer el infaltable helado para Valeria.

En la tarde nos fuimos al Coca-cola Tube Park, para llegar ahí hay que caminar hasta el funicular Góndola Excalibur hasta la primera parada. Si no se va a esquiar la entrada al funicular es gratuita. Saliendo del funicular hay que subir la colina por unas escaleras de madera, la subida es difícil por la nieve, pero muy divertida.







La entrada cuesta 24 dólares por 1 hora y 34 dólares por 2 horas.



Nosotros llegamos al atardecer, era mas de las 4pm y el parque cerraba a las 6pm, además por ser tarde había muy poca gente por lo que decidimos comprar el ticket de 1 hora. Nos entregaron los tubos (cámaras redondas grandes) y subimos por una banda eléctrica. Ahí te marcan el ticket y desde ese momento empieza a contar la hora. Subimos unas 6 veces, y ya estábamos super cansados, fue muy divertido, así que nos tomamos fotos con un hombre de nieve grandote.















Estábamos muy cansados, pero Valeria aun tenía mucha energía y quería ir otra vez a patinar, así que fuimos nuevamente al Whistler Olimpic Plaza.
En la noche el pueblo de Whistler esta iluminado como en fiestas navideñas, el ambiente es espectacular, así que aprovechamos para tomarnos unas fotos muy lindas. Muy cansados nos fuimos al hotel.